Algunos centros escolares y Ampas de la capital se quejan del incumplimiento de los protocolos por la pandemia mientras el Consistorio valora reforzar el servicio con monitores de escuelas deportivas que se avengan a labores de limpieza. La falta de personal y medios está detrás del rechazo a otras peticiones de seguridad.
La higiene es, junto a las normas de mascarilla obligatoria y separación interpersonal de alumnos y profesores de 1,5 metros, la clave principal de los rígidos protocolos obligatorios en este curso 2020/2021 marcado por la pandemia de coronavirus. Y el enorme refuerzo de esa la higiene, limpieza y desinfección está suponiendo un auténtico quebradero de cabeza en los colegios públicos de León, provocando algunas quejas de directivas y familias, y desesperación en el Ayuntamiento, por la falta de apoyo de la Junta.
Para empezar, el Consistorio leonés, que se encarga de estas labores en colegios aunque la competencia educativa es de la Junta de Castilla y León, que sin embargo sí limpia en los institutos, no dispone a día de hoy de un sólo céntimo a mayores para contratar más personal o disponer de más material.
De acuerdo al Plan de Prevención elaborado por la Junta de Castilla y León, y de obligatorio cumplimiento, la limpieza regular de los colegios, que antes se hacía una vez al día y por las tardes, debe ahora realizar una completa desinfección que incluye por ejemplo tres limpiezas de mañana en todos los baños, tanto de escolares como de docentes, así como multiplicación de las labores en zonas y utensilios de uso común, incluyendo pomos y barandillas.
Sin embargo, fuentes de la Concejalía de Hacienda del Ayuntamiento de León confirman que aún no se ha producido ningún ingreso económico de la Junta para paliar, aunque fuera en una pequeña parte, el sobrecoste que el cumplimiento de estos protocolos supone para los bolsillos de todos los leoneses.
Nada se sabe de los insuficientes 630.000 euros
Cabe recordar que la Consejería de Educación comprometió públicamente en el mes de julio la cantidad de 630.000 euros a mayores en el primer cuatrimestre a repartir entre todos los ayuntamientos de Castilla y León con colegios que limpiar, cifra claramente ridícula, como ya denunció también el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, al asegurar que sólo la capital pucelana necesitaría esa cifra para asumir el sobrecoste de las medidas higiénicas en sus centros escolares.
De hecho, la propia consejera Rocío Lucas recordó que los 630.000 euros se repartirían entre 1.023 colegios de 715 localidades, determinándose «según el número de alumnos». Y cifró en cuantías que oscilarán entre los 235 euros al cuatrimestre de las aulas unitarias a los 3.340 euros para los centros más grandes, como los de León capital.
A fecha de hoy, León no tiene ni noticia de cuánto le corresponderá de esa nueva partida ni tampoco ha recibido ingreso alguno. De modo que el protocolo está siendo asumido exclusivamente con recursos propios y, además, una plantilla «muy ajustada» incluso antes de la Covid-19.
De dar clases de deporte a limpiar
Aún así, el Ayuntamiento leonés cifra en un refuerzo del 40% las labores de desinfección diarias que está acometiendo en los 18 colegios públicos de la capital. Y anuncia «próximas incorporaciones de personal para limpieza» que provendrían, por razones de urgencia, «de otros servicios» y que realizarían estos trabajos en los colegios «de forma puntual» ante la falta de recursos.
iLeon.com ha podido saber que, a falta de la imposibilidad de tiempo para procesos selectivos y también de presupuesto a mayores, el planteamiento municipal es ofrecer realizar voluntariamente estas tareas al personal de fijos-discontinuos de entre los monitores deportivos municipales, es decir, los profesores de las actividades extraescolares del Ayuntamiento que enseñan a los menores desde tenis a fútbol sala, padel o baloncesto, entre otros deportes. Sería una fórmula rápida y encajable administrativa, legalmente y económicamente, aunque aún no se ha materializado.
San Claudio pide el cierre selectivo de calles
La suspensión de esas actividades extraescolares decretada por la propia Junta como medida obligatoria del inicio del curso, al menos de momento en el primer cuatrimestre, deja a este personal sin sueldo, de manera que aquellos que voluntariamente quieran podrían avenirse a ejercer de limpiadores mientras duren las actuales circunstancias. Es algo que el equipo de Gobierno ya hizo en verano con algunos a los que ofreció pintar ciertas instalaciones deportivas de la capital.
La falta de recursos también está detrás de la negativa municipal a algunas peticiones concretas que realizan ciertos colegios, como por ejemplo el corte de algunas calles para facilitar en condiciones de seguridad los momentos de entradas y salidas de los pequeños. Por ejemplo, centros como San Claudio han pedido un corte del tráfico en dos de ellas, sin éxito en la reclamación, por idénticos motivos que algunos otros que piden más presencia policial: porque no es operativo al no contar con agentes suficientes.
Uso de espacios públicos
En otros casos, se ha pedido el uso puntual de espacios públicos aledaños a los centros escolares, ante la falta de metros en los que organizar momentos tan complejos como los recreos. Desde el colegio Luis Vives, por ejemplo, se reclama poder emplear la pequeña parte del Parque de los Reyes más cercana a Fernández Ladreda para disponer allí a algunas clases que no caben en el patio.
De momento, no consta que el Consistorio haya accedido a estos usos de espacios, más allá de la habitual permisividad municipal con las entradas y salidas en los colegios del Casco Histórico, uno público y los demás privados concertados, que pueden acceder y aparcar sin multa en la turística Plaza de San Isidoro por un tiempo determinado, tanto por la mañana como por la tarde, en aquellos casos en los que se mantiene el horario partido.
Volviendo a la limpieza en la era Covid, se supone que la Junta de Castilla y León está controlando el cumplimiento de los nuevos estándares obligatorios de desinfección en todos los colegios privados concertados, al tiempo que es la directamente responsable de mantener los mismos en todos y cada uno de los institutos públicos de la provincia, al contrario que ocurre con los colegios, ciya responsabilidad continúa en manos de los ayuntamientos.