La escuela combate el cambio climático desde las aulas

Colegios sostenibles.

  • Veinte centros recibieron el sello de calidad ambiental y centro educativo sostenible por sus iniciativas de ambientalización integral, basadas en la educación y la gestión ambiental.
  • La escuela combate el cambio climático con las tres R: reducir, reciclar y reutilizar.
  • El Cepa Faustina Álvarez de León es un ejemplo de esta semilla de economía circular.
  • La conciencia global de que el cambio climático hay que combartirlo desde los pequeños actos cotidianos ha entrado en las aulas.
  • 44 centros docentes tienen el sello de calidad en los dos últimos cursos.
  • La entrega de los reconocimientos, así como la dotación de material educativo y de gestión ambiental para el centro, se ha aplazado para cuando se retome la actividad académica.

El Cepa Faustina Álvarez de León ejemplo de semilla de economía circular.

Los recursos naturales se agotan y «la gran mina de materiales está en los residuos tecnológicos que desechamos: ordenadores, televisores, teléfonos móviles, etc.», comenta Tere Crespo Toral, profesora de Biología del Cepa Faustina Álvarez, y promotora de la iniciativa junto con el profesor Manuel Pereira y la directora, Lidia Getino.

Condiciones
El sello ambiental exige acciones que supongan reducir las emisiones con reciclaje y reutilización

Este centro, con más de 1.000 alumnas y alumnos, planificó el tema ambiental como eje didáctico y de acciones culturales del centro desde comienzos de curso. Se realizó una auditoría para detectar los puntos en los que hay que trabajar a fin de encontrar el máximo equilibrio con el medio ambiente.

Las mejoras que se habían realizado anteriormente para el ahorro energético, como el cerramiento de las ventanas y unas válvulas para regular el calor, con la colaboración la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de León, también se incorporaron a la memoria que enviaron a la Consejería de Fomento para conseguir el sello ambiental.

La renovación luminarias por plafones de led forman parte de esas pequeñas acciones para reducir el impacto del centro en el planeta. «Una de las peculiariades de nuestro centro, además de la gran matrícula, es que son personas adultas que lo llevan a su casa», explica la directora.

La biblioteca ha ensanchado sus estanterías con nuevas publicaciones dedicadas a o con el medio ambiente como protagonista y el compromiso con las entidades locales se ha traducido en la implicación de algunos alumnos y alumnas en el colectivo El Mocho, que una vez al mes recoge la basura de la ribera urbana del río Bernesga.

Compromiso local
Alumnado del Cepa Faustina Álvarez se ha sumado al colectivo de Amigos del Mocho

El Cepa Faustina Álvarez, situado en el casco histórico de la ciudad, quiere fomentar el uso de la bicicleta y otros medios de transporte no contaminantes y le ha pedido al Ayuntamiento de León un aparcamiento seguro para estos vehículos.

La conciencia sobre las pequeñas acciones que pueden ayudar a reducir las emisiones sobre el planeta se siembra en acciones puntuales como el Día de la Paz, que fue aprovechado para recoger discos compactos para diseñar un árbol y reflejar al mismo tiempo el crisol de culturas y nacionalidades —alrededor de medio centenar— que confluyen en el centro. El Día de la Alimentación sirvió para educar sobre la importancia de evitar tirar comida (los desperdicios generan el 8% de la huella de carbono), así como buenas prácticas de conservación de los alimentos y la promoción de la dieta Atlántica, con más platos elaborados con productos de cercanía como los potajes.

44 centros con sello ambiental

Se trata de la segunda concesión de este distintivo, ya que el año pasado se reconoció a 24 centros, por lo que son ya 44 los que cuentan con el sello ambiental en la Comunidad Autónoma.

De esta manera, hay ya 30 localidades que cuentan con algún centro educativo acreditado con el sello ambiental: Ávila, Arenas de San Pedro, Burgos, Lerma, León, La Bañeza, La Pola de Gordón, Ponferrada, San Andrés del Rabanedo, Santa María del Páramo, Villaquilambre, Palencia, Aguilar de Campoo, Guardo, Salamanca, Cabrerizos, Segovia, Santa María la Real de Nieva, Valsaín, Soria, Valladolid, Mojados, Pedrajas de San Esteban, Zamora, Benavente, Fermoselle, Gema, Morales del Vino y Toro.

En León once colegios han conseguido —seis este año y cinco el pasado— el sello de calidad ambiental y de centro sostenible

El Cepa Faustina Álvarez, dedicado a la enseñanza de personas adultas, el Colegio Don Bosco y el Colegio Virgen Blanca, en León; el Ieso de La Pola de Gordón; el Ceip Valentín García Yebra de Ponferrada y el CRA Villa Romana de Villaquilambre son los seis centros que ayer fueron reconocidos con este título que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente otorga a cambio del compromiso. El Ceip Teleno de La Bañeza, el Divina Pastora e IES Padre Isla de León, La Anunciata de San Andrés y el Ceip Benito León de Santa María del Páramo lo consiguieron el año pasado.

Requisitos para la obtención del sello ambiental

El distintivo está pensado para los centros docentes no universitarios de Castilla y León, públicos y privados, que cumplan una serie de requisitos, entre ellos, desarrollar un programa de educación ambiental, disponer de un programa de gestión ambiental y asumir los compromisos de difusión de las memorias sobre sus actividades, en los términos recogidos por la norma.

El programa de educación ambiental deberá estar aprobado por el claustro de profesores y por el Consejo Escolar o estar incluido en la programación general o en el proyecto educativo del centro y haberse ejecutado durante, al menos, los últimos dos años previos a la solicitud del sello. Además debe integrar las actividades de experiencia y contacto directo con el entorno, con el conocimiento y la realización de acciones para su conservación y mejora. De esta manera, se fomentan tanto los aspectos afectivos, como los cognitivos, y se capacita al alumnado para afrontar los retos de sostenibilidad del futuro.

Sobre la gestión ambiental, el programa deberá tener en cuenta los principales impactos en el centro de aspectos como el agua, la energía, los residuos y las emisiones a la atmósfera; deberá contar con indicadores de seguimiento y un plan de mejora para paliar las consecuencias más importantes o de más fácil solución e implantar medidas que incrementen la sostenibilidad y la calidad de vida de la comunidad educativa.

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